¿Qué si hoy yo te digo: te quiero?
Y tranquilo, no será un sueño.
Mi mirada te bastará
sólo para elevar tu corazón al cielo.
Quizás sea yo quien la puerta abra hoy
para que salga de nuevo el sol.
No lo apagará el dolor.
No se trata ya de una obsesión.
Esta vez será nuestro corazón
que arañe con temblor el colchón.
No hace falta quien te quiera soportar,
junto a mi habrá un mejor humor.
Si te digo la verdad
tampoco quiero verme sola.
Me seguirás viendo, por siempre;
eso es, si formo parte de tu vida.
Porque ya no vale la pena algún otro,
mejor es quitarnos la venda de los ojos.
Porque quizás abra la puerta hoy
y salga de nuevo el sol.
No lo apagará el dolor
pues no se trata ya de una obsesión.
Esta vez será nuestro corazón
que arañe con temblor el colchón.
No hace falta quien te quiera soportar,
junto a mi habrá un mejor humor.
Ya que… si te digo la verdad,
tampoco quiero verme sola.