Afelío

Entre libro y anclado, entre libre y no claro.

No se llega nunca a ningún lado cuando se van buscando culpables, si no entiendes mejor no hables, no intentes maniobrar con dirigibles, solo se es hielo inflamable al destino, desdeños, mohinos, mundanos sujetos perdidos, sujetos al suelo y lo malo es que lo bueno es precisamente eso que nos hace sufrir tanto, por no tenerlo y vivir buscando, el jardin del encanto se encuentra entre muertos exprimidos y desnudos, demudados, de mudarnos del cielo a la tierra y un poco más abajo, yo también soy un pendejo y ya no estoy para esas pendejadas dedicando mi trabajo entre una falda, aterido en el embrujo dibujando en verso su espalda, me quedan dudas, me saldran yagas y cenizas maduras bajo las alas, inermes sueños a la hermosura y a las palabras, como la usura del amor proclive y sus armas.....Sus almas robadas.