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iOh, y que amarga tristeza,
que con luz es ciega a mis ojos!,
y que por desolaciones sin finiquitar,
atiborran la necedad,
y quedan mis ojos a pleno sol del día
sin la luz que emana de los dos,
y son candelabros que como un fantasma...
misterioso y de soledad,
vá mi ingratitud en desunir la certeza,
y la incertidumbre por los dos,
y que nace la desdicha
y sin luz queda mi bondad sin ser verdad,
y son candelabros de soledad,
que atribuyen el destino y sin luz,
por el tiempo en el olvido,
en que jamás y que no es de los dos,
iAy, candelabros de soledad!
voy sin luz en verdad al morir mis ojos por tí,
y por tí es que auguro más la soledad,
voy en oscuridad sin luz de tus ojos en mí.
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