Te evoco y sin voz, evoco tu recuerdo,
no de piel, sino de luz, de viento y abrazo
porque en este amasijo de lenguaje trazo
arrullos entre destierro, cansancio y verso.
Y aunque se lleve tu palabra otro camino
o deambule mi poesía en la tardanza
digo tu nombre y se renueva la esperanza
que es imposible dejarte en el olvido
Ahora te evoco, pero acude la duda
esperándome en el rincón de lo lejano
helada de ausencia, desgarrada y muda
ya no espero más caricias de tus manos
tengo miedo que a este grito nadie acuda
porque de luz y viento, no existe ya ser humano.