DAMSYD

PERSPECTIVA

En el techo danzan ovejas blancas,

avanzan rumbo al rebaño sin premura.

Sobre mí se yergue un manto oscuro

y un punto luminoso apenas perceptible.

Y el horizonte de este Oriente

plagado de luces multicolor.

Mi espalda reposa sobre un hilo de seda

más fuerte que ningún Sansón.

Esta inmensidad me abraza

y me besa el cuerpo un viento suave.

Extender los brazos y abrirme de par en par.

Heme aquí dicha, felicidad, paz.

La serenata sin pausa de un grillo.

Cántame, ¡canta a mi oído!


H. S. S. =)