¿Quién si no tú?
Funde su alma con el alma mía
En el vertiginoso afán
De unir tu canto, con las ansias mías.
Orlarán sus picos las intrépidas montañas
De rocas grises, mustias, cruel destino
Sin blancor, indómitas, por alcanzar el cielo
Y puede que el mar, con el rey sol, huyera…
Y en los campos puede, que ni el ichu crezca
Borrando vida y arte de todo lo existente
Y si allí nos diera que el morir nos llame
Tú seguirás eterna, como el creador…
Delalma
Lunes, 05 de mayo de 2014