Intentando sobrellevar estas punzadas de hielo que se clavan y nos dejan sin respiración.
Intentando contener este río de dolor e impotencia que todos lloramos por dentro ante la situación.
Miles de familias que pierden sus casas y son desalojados a la fuerza, traicionados y endeudados.
Millones de jóvenes cualificados, que abandonan sus hogares por el espíritu willy fox.
Es en días como hoy cuando no aprecias lo bueno, cuando te sientes impotente y la apatía es tu reacción.
Es hoy al llegar a casa cuando te das cuenta de que has batallado en una guerra perdida y que lo único ganado es dolor.
Es hoy cuando despiertas de aquel sueño profundo en el cual todo es justo, y te das de bruces con la opresión.
Es hoy y sólo hoy cuando un pobre maquinista es la cabeza de turco de una negra y extendida corrupción.
Insignificantes tiranos que violan nuestros derechos, pues bien sabeis, para los plebeyos no hay privilegios.
Ahora todos se lavan las manos y todos salen en cámaras, con la cara compungida y con pésames de otras desgracias.
Sin vergüenza ninguna y con la cabeza bien alta, pobres españoles estamos en la insignificancia.
Pero todo lo malo trae algo bueno y lo importante es mantener la esperanza, aprender del sufrimiento vivido, es la mejor enseñanza.