Te posas sobre mis días y me miras
Te anidas en mi cuerpo y quiebras la duda
Susurras tus caricias en mi alma muda
cada desgarro mío tú lo retiras
Cada suspiro mío, tu lo respiras
Cada matiz en tu piel ya me saluda
Arrullas con calma mi conciencia viuda
Mis anhelos tan opacos los expiras.
Fraguas esta vida muy lejos de la ira
Cubres mis deseos de azul, ya me ayudas
Me cuentas fabulas para que yo acuda
A tus finos labios que sacan la mentira.
Eclipsas mi sufrir, al fondo lo tiras
Vedas mis discordias tan crueles y agudas
Con tu hedonismo y tus manos ya desnudas
Enrollas mi alma como morfas espiras.