(sin libreto para un feriado)
Fumarse un bodrio
este feriado de otoño
que parece cualquier cosa,
menos lunes, y es lunes.
Las pantuflas tiradas,
a media luz contemplar
el júbilo de la pereza
sin poder hacer nada.
El edredón calienta demás,
la sábana, sola, es fría
casi congelada,
la piel, sola, hierve
como si estuviera acompañada,
las cortinas
hacen sombra a la realidad,
las puertas cerradas confinaron
el fresco de la noche,
son las diez de la mañana
y la noche sigue estando helada
a pesar del sol,
cuyos rayos iluminan las ventanas
pero no traspasan su calor,
tengo hambre y no quiero nada.
Para el yermo de los domingos
mi soledad está preparada,
ayer tomé vino hasta la noche
y un efervescente en la madrugada,
luego me quedé dormida,
como siempre,
sin los sueños de un mañana,
pero para este lunes
que parece domingo,
el libreto no dice nada,
nada.