Ese chico que viste siempre de azul
anda recorriendo otros mundos, otros lugares.
Camina a su paso y no se detiene;
no voltea a mirar los lindos ojos que tienes.
No es para ti ese que tanto llama tu atención,
pues busca una chica que esté en su posición.
Y tú aunque pases por sus veredas
no voltea a mirarte siquiera.
Porque por otra su corazón robado quedó,
y ¿qué te puedo decir yo?
Lo que tú buscas puede que no lo halles
si te empeñas en recorrer el mismo valle.
La ventana en el fondo se va cerrando
y en tus ideas tontas te vas quedando.
No dejaste a nadie más entrar
por esa puerta angosta que está al final.
Ahora sueñas con el mismo chico de prenda azul
mientras amontonas sentimientos en un baúl,
por ese que dibujas de corona imaginando
que como príncipe en carroza te está buscando.
Y así te vas sumergiendo en la ilusión
de estar con quien tú dices te robó el corazón.
Pero soñando toda una vida te quedarás
porque el amor verdadero lo has dejado atrás.