Navego la mar serena
con la luz de tu sonrisa
oyendo en la dulce brisa
tu voz mi pequeña nena.
Mientras un rojo cayena
pinta la tarde sumisa,
navego la mar serena
con la luz de tu sonrisa,
tu sonrisa de azucena
que mi memoria divisa
cándida, blanca y precisa;
contigo niña morena
navego la mar serena.
Autor: Gerardo Ramirez