Dicen que algunos besos se acuerdan de hacernos reír cuando hay guerra,
que hay mil formas de vendar las heridas, todas sin resultado,
y aunque entienda que el corazón tenga cosas que el amor no cierra,
como no quererte si con una mirada me has malacostumbrado.
Y aposté a la suerte y como un loco me enamoré de todo,
no hice caso a los promesas, me dedique a bailar con tu pasado,
y como no decirte que sin tocarte te hacía el amor de un modo,
que cada noche me inventaba un lugar feliz a tu lado.
Ocupaste el lado débil del cuerpo por entero,
después jugaste un poco a quitarme la coraza,
le dijiste a la razón: -yo ahora voy primero-
que no venga el olvido a implantar su amenaza.
Y ahora; como le digo a los labios que tengo urgencias de vos,
que cuando te echo de menos el mundo parece un lugar ajeno,
que solo quiero tu sonrisa multiplicada por dos,
que hagas de la soledad un mundo aparte y sereno.
Quizá te espere en lugares que no existen,
sin dejar de esperarte porque de eso se trata el amor,
quizá cierre los ojos y así las manos insisten
en desvestir tu recuerdo hasta la ropa interior.
Y quitarte el dolor sin ninguna explicación,
porque eres mejor que todos tus recuerdos en el tiempo,
y es que si todo es perfecto ¿de qué sirve el corazón?
te llevaste todo el lado izquierdo del cuerpo.
Las Mercedes, 26 de agosto 2013