La rosa de caricia apasionada
Amó al que la nombraba en escritura,
Aquel que la plagaba en su lectura
Con versos de palabra ilimitada
La pluma andaba muy iluminada
Radiando en su papel, literatura,
Pintando en un soneto la estructura
Del alma de su estrella venerada
La vasta adoración en poesía
Fue un acto generoso irrelevante,
Pues pronto lo dejó sin compañía
La infame le entregó melancolía,
Marchándose con otro nuevo amante
Y así lo abandonó, ¿quién lo diría?...