Pero empezaremos a contar los días,
si te atreves a olvidar y a confundir
lo que sirve con lo que no sirve
lo que estando al derecho,
funciona al revés.
Pero le daremos de comer al tiempo desnudo
si me dejas una llave bajo la alfombra
y camino a tientas con sigilo felino
cruzando los pasillos de tu paciencia
hasta estrellarme la frente
con alguna repisa.
Pero le daremos gusto a la incertidumbre
y bajo la sábana de espaldas al vano del portal
imaginarás de mi a un dios mítico y alado
que te salva de la rutina
que te sacude con violencia
en jirones el camisón.
Pero advertirás un error en el error...
y me limpiarás las heridas con jabón de obejo
me tomarás en tus brazos como a un cristo desangrado
besarás mis labios con la llema de tus dedos
y arderá en mi el deseo
que en ti reside desde antes.
Pero nos dolerá una puntada en el cancer
y sabrán de ti, cien años después, tus moleculas errantes
me encontrarás de rodillas de frente a los portales
como niños autómatas sin miedo y sin aire
acostumbrados al amor
que tarda un segundo en retroceder.
Blas Roa