Sube, rompe el silencio,
desafia los cielos con un grito,
abriendo lo ojos diamantinos,
con el sol dentro de ellos,
Siente, de la tierra: su latido,
las venas en el aire,
de los lobos: su aullido,
el rugido de los ríos.
Huele, la humeda tierra,
despues de la llovisna,
la frescura del aire,
verde mojado en las colinas.
Escucha, la armonia de la vida,
el vostezo de la tarde,
las sonrisas de los silfos,
jugueteando con los arboles.
Observa, como baja la cortina,
oscuridad que se avecina,
los nocturnos animales,
la cadena alimenticia.
La tormenta se avencina,
y tus alas mas se abren,
vigorozas hacia arriba,
en contraste de otras avez.
Grita al mundo que despierte,
el disfras de un dios antiguo,
cazadora de serpientes,
alma viva de valientes.