La primera por darme la vida.
La segunda por cuidarme de más.
La tercera por colmarme de besos...
Y por tus pechos para amamantar.
Y ésta quinta que tengo en los labios...
Con mil besos te la voy a dejar.
Madrecita de mi alma querida.
Mi refugio de amor y de paz.
Doce rosas a tí madrecita...
Doce rosas te quiero entregar.
Una más por tus consejos mamita.
Y ésta otra, por enseñarme a rezar.
Y por llevarme a la escuela día a día.
Y una más, por no quejarte...
cuando me llegué a enfermar.
Madrecita mi reina querida.
Mi estrellita de luz y de paz.
Esta rosa que hoy entrego en tu día...
Es la décima, por tu felicidad.
Once rosas ya casi te entrego.
Por ser madre, amor y bondad.
Y la doce, por enseñarme mamita;
por enseñarme que debemos amar.
Madrecita de mi alma querida.
Un jardín yo te voy a sembrar.
Para recordarte toditos los dias;
y porque Diosito me ha dado...
A tan linda mamá.
A mi esposa de besos, la he colmado
por sembrar en su vientre el amor.
Y a mi hijita, por hacerme abuelito,
ya un abrazo le dí y una flor.
Y a esas rosas de pétalos blancos.
A las madres ausentes que no volverán...
Estos versos que llevo en mi pecho...
Porque se que en el cielo...
Ya con Dios estarán.
Edgar Campo
EDOCAMP.