Arde mi frente de sensual deseo
por tus labios de fresa
que imagino en los míos cual trofeo
sumergido en promesa
Que al fin de tanto afán se ha convertido
En lírica verdad.
Llamas sumen mi corazón hundido
En un mar de orfandad.
Tus besos, aunque irreales, encantadora
Dama que de amor grita
En mis sueños deliciosos que la hora
Del despertar marchita.