Y no supo valorarla.
Mientras ella, por el, su vida daba.
Se fue un día de invierno, con el alma en pena le dijo adiós.
Y no supo cuidarla.
Ahora el llora, como nunca había llorado.
Como un río que pierde su cause.
Como un cantante que se queda sin su voz.
Y no supo amarla, como se ama a una gran mujer.
Solo le queda recordarla.
Como se recuerda el aroma en la flor.
Se fue un día de invierno.
Y el… se quedo sin su amor.
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.
AUTORA: ORIANA RAVELO.