Sumergidos en la oscuridad del aposento,
A mitades desnudos.
Nuestras ardorosas carnes
Excitadas.
Se funden en arrebatado
Abrazo de pasión.
Mis labios acicalan insaciables
tu febril cuerpo.
Mordiendo su desnudez
de arrogante belleza.
Mis pensamientos con agitación
acariciandote,
resbalan hasta llegar
al umbroso,
vergel de tu jardín glorioso.
La naturaleza ofrece esos
encantos tuyos.
Cual remolino ardiente y voraz
engulle mis apetitos.
Sin modestia alguna frenéticos extravíos,
laurean mis sienes
con libidinosa aureola,
Orlada de diamantes lujuriosos.
Enajenados
de lasciva, nos estremecemos
hasta llegar al paroxismo
del éxtasis.
Debilitados
tras nuestra férrea lucha amorosa.
Dulcemente adormecidos,
Disfrutamos el momento acontecido,
En plácida calma.
bambam