rodulfogonzalez

DESIERTO

 

Dejé mi covacha y con paso incierto,

y mis sandalias rotas,

Fui a  las ígneas arenas del desierto

A explorar las ignotas

 

Huellas de vivencias que el tiempo ya

En nada han convertido.

Mi cuerpo de cansancio, amor,   está

Debilucho  y rendido.

 

Descanso en el oasis amistoso.

Me alimento  voraz

Con fruto del  datilero frondoso.

Luego  me marcho en paz