soneto
II
¡Yo lo afirmo! ¡Tu lo ves, gran arcano!
allá en su cúspide al cruce el camino:
"El Vainillal, como torreón latino
vigila al Prado como un soberano".
El lírico carmesí del manzano,
el aroma de piña ya madura,
cafetos de cosecha prematura,
campesina grandeza del verano.
¡Postal! ¡Cómo la que en un cuento esconde!
si acaso alguien cruza por un mojón
saluda serio como corresponde...
¡Buenos don Chalío! ¡Buenos días Patrón!
y él con voz de amabilidad responde...
¡Buenos Tere... Pedro! ¡Buenos Ramón!
Rafael Mérida Cruz-Lascano