Imposible olvidar aquel día,
cuando pidiendo al viento su complicidad
una lluvia de besos me hiciste llegar.
Tu coquetería se notaba
y tus miradas un sentimiento revelaban
Te has negado a la realidad
de lo que evidentemente pasa.
Y así transcurre el tiempo
tú, por discreción, negando lo que sientes;
Y yo, callada... segura de que mientes.