…Y así comienza nuestra historia...
Accidentalmente te conocí, en mi momento más obscuro,
sin esperanzas ni ganas de seguir aquí,
y quitándome mi tristeza y dolor, tu tocaste mi corazón.
…y no quisiera haberte causado dolor alguno
o quitarte sueños propios, pero cometí el error de imponerte los que creí míos
aunque solo quise que fueran los nuestros
porque mis sueños siempre dependieron de ti.
…y quisiera haber podido besar tu alma para que me amaras para siempre,
aunque ya te he dejado mi corazón en la palma de tus manos para que lo cuides;
...y quisiera haber tocado tu alma y corazón al mismo tiempo, pero creo que estuve muy lejos de lograrlo.
Que tristeza me espera, que días de angustia y soledad;
las lágrimas ya desbordan mi alma,
y nada me logra consolar.
Busco y busco una salida, pero la llave la tienes tú;
…y con mi vida atrapada en tu vida,
no existe otro escape más que recuperar tu amor.
…pero habiendo llegado tarde a mi estado de conciencia,
te has ido de mi vida; y por tu mirada fría,
te retiraste para siempre; cerrando la puerta de la esperanza, descartando mi amor por ti.
A nuestros hijos dedicaré mi alma eternamente,
aceptando de ti la espalda que me ofreces.
…y contrariamente a lo que pienses,
de mi no habrá traición, solo un amor que nunca te abandonará,
pero en el silencio quedará de aquí en adelante...
De mi podrás tenerlo todo, aunque tu no des nada a cambio;
porque desde el fondo de mi alma ha crecido algo inexplicable;
es la necesidad de amar todo lo que alguna vez me diste,
sin mirar el dolor que hoy me generes.
Y te fuiste! ...y te sigues alejando... Adiós amor mío!
Te llevas contigo mi sueño mas preciado...
El de vivir juntos en familia y de mi familia enamorado,
y estando contigo a tu lado llamar a nuestra casa, por siempre nuestro hogar...
Pero te has ido y te sigues alejando... Adiós y mucha suerte!
y aunque ya no te quede esperando; y mi sueño nuestro haya terminado,
mi alma herida solo espera sanar para aceptar morir en vida,
y dejando la vida morir contigo, vivir esta muerte será un eterno desafío.
...Y aunque no habré logrado darles felicidad plena,
sin mas palabras seré parte de ti, mimetizado en el silencio doloroso de nuestros hijos.
A.Cuenca.