Naces con la estrella del amor que se agiganta
con la luz que emana de la ilusión de ser padre, de ser madre;
naces para el amor con el que fuiste sembrada;
naces para todos los que te esperan y te aman.
Entonces un nuevo rayo de luz, tiene la mañana
y desde el cielo un par de estrellas que te miran,
son los ojos de tu abue Soledad
Que están llorando de felicidad.
Ahora vendrán las horas entre nana y biberón
Y cerrarás tus ojitos escuchando una canción.
Las ojeras de tus padres delatarán largas horas
al cuidado de tus sueños en dulces noches de amor.
Mi Luciana Soledad,
eres una nueva aurora,
el despertar a la vida,
y recobrar la esperanza perdida