Donaciano Bueno

Manifiesto del escritor

¡Oh, escribir por escribir!
hoy se me ocurre una idea,
mañana no hay quien la lea,
no me importa, eso da igual.

 

Por mucho que el personal
no atienda más mis requiebros
no podrán ponerle fierros
a lo que debo decir.

 

Pues la mujer al parir
se agarra a su nascituro
si cree que está maduro
dispuesto para vivir.

 

Más, no deseo mentir,
ya caigan rayos o truenos,
mis textos no sean buenos
y os escuche maldecir,

 

que ¡aun sordos, tendréis que oir!,
no quiero ser insistente,
pese a que el cuerpo os reviente
o ganas de hacer del vientre
os entre y ¡querais morir!.