1- ASÍ NACIMOS
En la recia tarde
fustigada de ráfagas
el alma céntrica del otoño
lleva entre los arboles danzando.
el orquestado silencio...
de maderos de fuego.
en los brazos horizontales,
equilibra el incendio del lirio/
En laderas de volcanes/.
sumerge su lava al
volumen de nuestras bocas
que van preludiando un robo anticipado.
.
En la llegada del tardío crepúsculo
con nuestros labios en tramada guarida
ocupamos el espacio
de un amante poblado.
Nubes de pañoletas.
Sonora caracola ebria.
Te aclaras en el humo y
rasgas violines en las ramas caucas
como divina melodía
extraída del viñedo de los suspiros
a nuestro amor de latido/
.
La tarde muestra su pecho
de llama inclinada y
giran en las órbitas
sombras fluorescentes de nova/
Lumínica estrella
bruñida en el primer siglo
de la pasión,
se ancló en las bocas pasionarias/
Amor,
así nacimos,
con ecos de pólvora
plegados al brillo de los cuellos.
Somos el cosmos sensual que asciende
en los hemisferios pesados del beso/
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2- LAS RODILLAS DE TERESA
El amor se lleva el escombro
de todo lo lánguido.
Las estructuras ferrosas del pasado,
el lívido desaliento que teje adornos
en las flacas tumbas.
El rostro del amor es bello y cálido
no como esas frías catacumbas
de capullos gélidos.
donde la espuma de los pechos
rosados ardía en las hogueras polutas/
Idolatradas putas eran cara
de reinado o vírgenes de acuario
que no habían mojado sus faldas.
Príncipes y reyes amanerados
con la mano del cuchillo hidalgo
en la hostia bendita lavaban sus pecados.
Cuerpos de seda aterciopelada,
finos labios adelgazados a presión.
En los indolentes atuendos
de la risa
usaban máscaras fijas.
El bélico amor que no se rinde
galopó en las riendas de Juana de arco,
le habían dado un alma de lana
y una mision de puñal ensangrentado.
Se arrodilló la Madre Teresa al besar
la mano del Vaticano,
cuanta deuda hermano
tenían las fosas de las cúpulas
y la insigne moneda de su estado
ante la mujer que azotó la tempestad
del hambre y hoy yace bajo la tierra
como un símbolo de prédica
útil para ornamentados santuarios/
Con certeza que esas bibliotecas lúcidas
la nombran en históricos diccionarios/
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