Txema Anguera

Poema 21.

Me voy, a recibir la madrugada desde lo alto del acantilado, me apetece tanto.

A borrar las huellas que dejé en el camino hacia la nada, para no reandarlo.

A olvidar el cansancio de este alma desarraigada, de mares y sirenas embriagadas.

A desmentir horas de locura y compromiso, hasta que cicatricen los besos.  

Me voy, a mirarme en unos ojos donde quedarme, me apetece tanto.

¿Me acompañas?