Luna y Poesía

---EL VALOR DE SER MUJER---

Pobre diabla, miedosa, buena para nada, sólo sirves para llorar,
¿en qué hora me fijé en ti?, deja de llorar, ve a lavar, limpiar y cocinar; 
pobre estúpida, sola te vas a quedar y si te veo con otro te voy a matar 
y cuando te deje, vas a tener que putear para comer y mantenerte, 
te haré trizas, me llevaré conmigo a mis hijos y nunca más los verás. 
¡Yo a ti te voy a dejar cuando me dé la antojada y regalada gana!, 
me vas a tener que aguantar, soy el que aquí manda, hace y deshace, 
tú no piensas, no opinas, no deseas, no sueñas, sólo me obedeces; 
no existen para ti las emociones, ni preguntes qué son las ilusiones,
yo soy el hombre, el papi y me revuelco de pasión con otras mujeres;
no te me vayas a arreglar ni a maquillar, te quiero así… desaliñada;
una mujer decente como tú, no se pinta la boca de color rojo ni rosa,
no uses vestimenta llamativa ni te atrevas a usar pantalones a la figura.
Ah no puedes ni debes salir a ningún lado, si es que yo no estoy en casa, 
no tienes mi  permiso, así quieras hoy salir con la vecina o con tu mamá.
¿Por qué y para qué escribes, tonta, ¿quién te ha dicho que eres poetisa?, 
tonta, conmigo sólo tienes que abrir las piernas, ser recatada y sumisa…
¿Quién te ha dicho que puedes retarme?, ¿con quién te juntas ahora tarada?, 
no te servirá de nada, alejaré a  esa gente que te mete ideas en la cabeza”.
…y después de largos años lo enfrenté con valor, sin miedo y con firmeza 
y le dije con todas mis fuerzas: “así me mates no doblegarás mi entereza, 
no sigo más contigo, ¡BASTA YA! y no vuelvas a obligarme sexualmente…”.
No guardo rencor, atrás dejé mi pasado y vivo hoy el presente con esperanza. 
No es fácil, pasar por todo lo que se resiste a cambiar a una vida digna;
gracias a Dios por no soltarme, por estar en el momento justo y preciso, 
a las personas que fueron ángeles, del día a la noche, a ti,  a mí misma,
por la decisión a tiempo y  el valor de ser mujer, dueña y señora de mi vida.