luisa leston celorio

REFLEXIÓN DE UNA HIJA Y MADRE.



Añoro tus besos, tus abrazos,
tus caricias, tus tiernas palabras
llenas de ternura y sabiduría.

Ahora aprecio tus consejos,
tus desvelos, tus silencios,
tu mirada perdida que disimulaba 
no saber lo que me turbaba
en espera que en ti confiara.

No querías entrometerte en mis problemas 
a sabiendas de que yo joven criatura
me creía que sola lo sabría enmendar.
Mientras con engaños me decía:
para que hacerla sufrir con mi mal,
sin darme cuenta que mi callar 
tu alma hundía por no dejarme ayudar.

As tenido que irte tan lejos como el cielo dispuso
para echar de menos tú presencia,
tus consejos, tus desvelos
abrazos y besos.

Tuve que ser madre
para saber de tus alegrías
cuando en tus brazos me mecías,
para saber de tus contentos
cuando feliz me percibías, 
para saber de tus penas 
cuando no te confiaba mis pesares,
cuando te respondía con evasivas,
cuando de mi esperabas un tierno abrazo
que no llegabas porque siempre tenía prisa
y daba por hecho que con saber que te quería
ya no precisabas de más.

Mamá , con amor ahora te diría
con más ternura que la que te ofrecí 
en aquellos días un
¡Te quiero madre mía!

Te colmaría de abrazos
de besos y ternura,
escucharía tus consejos,
te ayudaría en alcanzar la paz
que a causa de tu desdicha te turbaba,
caminaríamos de la mano
disfrutando de nuestro amor.

¿Ahora es tarde me pregunto?
No, no es tarde quiero pensar.
Deseo aun en tan inmensa distancia
Agradecerte tus sacrificios 
Agradecerte tanta entrega sin pedir nada a cambio. 
Quiero mostrarte que en mi corazón guardo
tu memoria con espíritu de eterno amor,
Quiero vivir con alegría de saber que he sido hija 
de una gran mujer .

La experiencia de la vida
me hace reconocer 
que nadie sabe a su tiempo 
la entrega y el amor
de una madre reconocer.

Autora: Luisa Lestón Celorio
Asturias –España

Registrado- Tomo: Bazar de Sentimientos
Día de la Madre 2012