El “ mami” que ya no puedo decir
EL “ mami” que engrosa el alma
El “ mami” ¿me esperas con un café?
–recién hecho- de filtro- sin recalentar ,
Mami, te dejo los chicos, mami te pasó a buscar,
Mami, ¿te llevo al médico ?¿ Mami, venís el domingo?
Mami, te llamo mañana, Mami , ¿ estás despierta?
Cuantos “mami” deje de pronunciar,
Porque tu ausencia me calla,
Pronuncio el “mami” y el corazón se agranda
y comienza un latido que no para.
El “mami” con el que te llamé siempre,
Que me acompaño desde la infancia,
Se calla poco a poco,
si bien la mudez te llama
cuando tu rostro me alcanza
cuando tu tibia mano se niega a soltar mi mano.
EL “mami” que no se olvida,
Aún con el paso del tiempo,
El “mami” a quien pedí “no te vayas”
Y a quien tantas veces dije gracias,
MAMI, … te fuiste en silencio
con un suave suspiro, sin perder tu dignidad,
bastó una deficiente atención,
una guardia insensible, o solo ser anciana,
para que te vedaran la oportunidad …
Tantas gente … idónea …
y tanta indolencia … al sufrimiento,
Tanta displicencia ante el valor supremo .
tanta impotencia no permite cerrar el duelo.
¿habrán pronunciado alguna vez un “ mami”
No lo sé, y ya no importa
solo preocupa que ninguna de esas “mami ”
pasen un solo día o una sola noche
sometidas a esa aparente “idoneidad”
Y depender de ella, para sobrevivir.
Mami, vos que fuiste tan idónea en lo tuyo,
Mami de mis antologías y mis pretensas poesías
Alguna vez te dedique hermosos fragmentos
describiendo el correr de tus días
en tu casa, con tus espacios, tus nietos,
tus plantas, tus sueños, tus viajes,
tus miedos, y el envejecer de tus manos
Hoy lo hago, sujetando llamarte, …
Mami, de las canas cuidadas,
De coqueteo perpetuo, que nada descuidabas,
ni nada dejabas librado al azar
Mami, se que volveré a llamarte,
el día que volvamos a encontrarnos
y te pregunte “me preparaste el café.