Tumba que tumba,
Resuena la tumba,
Tumba que tumba,
Que tiene son de cumbia,
Caja vacía, que su tumba tiene,
Tumbao de repique,
Que a lo lejos y cerquita se siente.
“Ya es más de media noche,
Ya lo sé…
El atrio de la iglesia,
Ha dado sus dos campanadas,
De madrugada es….”
La piel se me eriza,
Parece más de gallina,
Si se siente que en el pueblo,
Sus calles están vacías,
Entre ronquidos quejosos,
Se puede entender, un huepa je,
Y en los aullidos de los perros, clarinete pareced.
Que espanto…
Se oye el gallo chillar,
Poned las cuatro velas,
Haced el ruedo también,
Que esto parece magia,
Que hasta los pies movéis.
Abaniqueados por la brisa,
Se mueven las cortinas, en un des ven,
Que bailar ellas quieren, también.
La luna brillas,
Que entre su luz deja ver,
El danzar de nubes,
Que parece una fiesta, hay hombe.
El tiempo corre lento,
En su marcha se siente,
Parece no tener cuerda
O gira este al revés.
Mi piel se mantiene,
En temple como el roble,
Con este tumba que tumba,
No la deja envejecer.
Cuidado culebra,
Que te puedo coger,
El peine tiene filo,
Y no respondo por él.
Tumba que tumba,
Resuena la tumba,
Tumba que tiene,
Ahora pareced, a tres clarinetes.
Que siga el jolgorio,
Y el ruedo también,
Del roció y la esperma,
Que al suelo caed,
En la plaza del pueblo,
Que fandango del bueno sed.