Cuando en las noches la nostalgia llega
é invade el alma, que por etérea cede,
Busco en el nido de los recuerdos bellos
aquél que fuera, en mi niñez, un sello
Amor que tuve, sorprendida é inocente
en la dulce fantasía de mis sueños.
Trozo de cielo, con alas relucientes,
de la mano del sol, posabas en los leños
Manso brindabas tu mirada
a la mía y el hablar estaba.
Mi sonrisa era contestada,
con el piar de tu lenguaje extraño
En los jardines, de la tibia primavera
Bailando con las rosas y geranios
Yo, mojando el vestido en el estanque,
Tú, rozando en el vuelo mis cabellos
Tendido el cuerpo, entre pastos y malvones,
queriendo con los ojos, traspasar el cielo.
Tu peso leve, sentía en mi pecho,
Que te ofrecía cual si fuera un lecho
Perdió la niña el encanto de sus sueños
en la vorágine de días, con sus horas
La vida trajo, en su bagaje cierto,
ilusiones que no siempre alcanzo
Partió, mi pájaro azul, al infinito,
dejando la alegría en la añoranza,
Guardo en mi corazón la esperanza,
De volver algún día a encontrarlo.