la negra rodriguez

¡VALIÓ LA PENA!

Valió la pena, si valió la pena,

llegar  a tu  destino  aunque fue un breve tiempo

y poder  ver el mundo  de un ángulo distinto.

Caminar  a tu lado por  calles y por plazas,

 deshojar los quebrantos, perfumar los anhelos.

Abriendo, extraños, para mí, los senderos

 en una noche  de dulces sensaciones

ver  las  aguas  danzantes, cual pantalla magnifica

 ver como en ella ardía reflejado el fuego de los dioses

y de pronto, ver aparecer el cóndor en su mágico vuelo

mientras sonaba su bella melodía de fondo

  y en nuestras almas la emoción  reventando

Y  saltando de alegría, abrazarnos y besarnos

mientras decían   tus labios:” Valió la pena”.

En otro de los  encuentros  por nuevos horizontes

En busca de nuestra identidad, de nuestra historia,

 contemplar la majestuosidad del “Señor de Sipán”

que a nuestros ojos maravillados  revelaba 

Su poderío ancestral…,

y decir nuevamente:

“Valió la pena”…

Un  nueva aventura que juntos maquinamos

Contando las monedas y llenos de emoción:

ante los ojos absortos de tanta majestuosidad

Y mi corazón latiendo de ansiedad

( me cumplías un sueño) conocer “La blanca ciudad”

que al verla   al menos a mí, me dio felicidad.

Recorriendo sus distritos, sabiendo más de ella

 oírte siempre decir:”Valió la pena”.

Pero el lugar más cálido   que albergan mis recuerdos,

donde siempre  se daban nuestros  bellos encuentros

donde a veces nos  perdíamos entre las sombras nocturnas

y a la larga la fuimos conociendo.

 Donde por  calles  que conocen nuestros pasos

en dulces  horas recorríamos, del  “Ovalo Grau”

al “Ovalo Bolognese”,

 buscando  qué comer en cada esquina,

 o comprando pan o entrando  a una pollería.

 Ya conocíamos dónde quedaban las oficinas de transportes;

ya conocíamos las cabinas para poder  conectarnos

desde donde estábamos y  entrar  al internet y saludar a los amigos,

 Yo, con el alma  desbordando ilusión,  completamente enamorada…

Ya esos tiempos, se pierden en tu olvido, en la nada

pero son míos y los llevo en mí, guardados

 ¿Cuántas fotografiamos nos  tomamos?

Cientos,  de ellas están  llenos mis archivos

 en los que me recreo  y sonrío... sonrío,

mientras lágrimas amargas brotan vertiginosas

de estos ojos que   contemplan  todo lo recorrido

y que hoy, lloran por ese amor perdido…

Y, aunque  mi mente estalle de recuerdos;

y el pecho  me estalle del dolor;

y los ojos estallen  aguaceros…

Me repito mil veces…,

por todo lo vivido:

Si… ¡Valió la pena!