Desde este mismo instante seremos algo más,
quizá una locura, un amor que no se ha visto jamás.
Yo seré ese primer beso que nunca nadie te dio,
la promesa que no existe y que Dios prometió.
Y así mañana, después de un tiempo, en un sueño,
capaz por accidente, tu mano encuentre a su dueño,
y yo, que nada sabía, sobre asuntos del amor,
diré que el invierno contigo es mucho mejor.
Y seremos algo más que puntos suspensivos,
dos cuerpos desnudos como locos fugitivos,
y a través de tu belleza entenderá el corazón,
que el amor en una cama nunca tiene la razón.
Y ya, todos los días tendrán ese preciado minuto,
donde para mis caricias no encuentres sustituto,
y sin embargo, mas de una vez, casi llegando al final,
la noche dirá la verdad acerca de tu espalda infernal.
Acaso es cierto lo que descubrí en tus labios,
y lo que ahora es mío y que por nada lo cambio,
porque ya no quiero otra soledad sin ti,
aprendí que el infierno también se vive aquí.
Tal vez me sobren motivos para una canción,
y si le enseño a tus besos una sola dirección,
pues el crimen no sería haberte conocido,
sino que nos gane la guerra el olvido.
¿Qué más te puedo decir? que te invento a escondidas,
te cuido las alas, te empeño mi alma y regalo mis heridas,
y es que tienes un modo de programar mi deseo,
a la voluntad de tu cuerpo cada vez que lo veo.
Entonces, hoy no puedo negar que muero en tu boca,
y mi segunda mujer es tu mano cuando me toca,
y en ese último round donde ni Dios es testigo,
me enamoro de todo y a nadie le digo.
Y no me importa lo que suceda después
porque hay una amor que no dice lo que es,
y si me queda tu sonrisa ya será un bendición
posiblemente para otros una maldición.
Por eso despierto cada día con tu recuerdo
y es que tu amor y el mío se juraron un acuerdo,
y tu serás por siempre mi locura desmedida,
quizás el amor de toda mi vida.
Las Mercedes 23 de Setiembre 2012