\"-Acércate a mi regazo\"-
me dijo dulcemente mi madre
aquel día...
hoy, me parece escuchar su voz
cuando me acariciaba
con sus santas manos
descubriendo y calmando mis penas!
Me acurrucaba buscando en ella,
el calor que necesitaba
en esos inquietos días,
entretejiendo con suavidad
mi azabache melena!
¡Madre mía!...
cómo dibujabas mis trenzas
diciéndome palabras sabias
y secándome con ellas
lágrimas ardientes
brotadas desde lo más
profundo de mi ser!
En la distancia etérea que nos separa
te ofrezco una rosa blanca,
color del cielo que hoy disfrutas
y otra rosa roja...
recordando que aún vives
en mi corazón y pensamientos!
Nhylath..