Joseph Octavius Moral Lope

Fingimiento

Puedo pensar que ya no te amo.

Que la lejanía ha inventado para mí alguna cura.

Pensar que en mi frente

Se han borrado algunas letras de tu nombre

Y que ahora llevo inscrito el vocablo “muerte”.

 

Puedo pensar que te has perdido

En la página de una vasta biblioteca

Y que la lluvia ha dejado de ser

El cetrino símbolo de tu presencia.

Sentir que la noche y el día

Ya no son una cosa sin fecha

Y que tu olvido no deambula

Por mis labios y mi nombre.

 

Pensar, en fin, que hoy,

A cierta hora,

He dejado de amarte.

 

Lo cierto es que me engañaría

Aún eres la imagen pura

que resguarda mi contentamiento,

Eres esa magia sin verso

Que es tu sonrisa,

Y lo único que amo,

Y la curiosa muerte que implica

Decirte que te amo.

Eres mi tristeza que tiene la quietud de un rio,

La menguante esperanza,

Meyrink y su Golem,

El decálogo del perfecto cuentista,

La ternura que arrimaste a mis manos,

Y el precio infinito de mi corazón

Porque te contiene.