Al fin es sábado en la noche,
Exultan los amantes
La alegría por su anhelado encuentro
Un encuentro que acerca sus almas
Que une sus cuerpos
Sobre una tibia cama
Sobre un acogedor lecho
Un lecho arrendado
Es reclamado como propio
Y en pocas horas
Se llenará de besos
Se hace corta la noche
para el amor prodigado
Se agudizan los sentidos
Las pieles se erizan
Los amantes dibujan
En sus rostros las sonrisas
Y las ropas caen desperdigadas al suelo
Los cuerpos desnudos se posan en la cama
Las frías sábanas de apoco se entibian
Brota la ternura,
La pasión se desborda
Que placentero resulta
la unión de dos almas
pasan las horas y ya la penumbra
le da paso a la luz del sol invasor
que lentamente y sin ningún pudor
la habitación arrendada con su brillo inunda
Los cuerpos despiertan
La desnudez se oculta
Alegría y tristeza
En el cuarto comulgan
Y las sabanas blancas
De a poco se enfrían
Es hora de partir
El encuentro termina