Hoy platique con la Amargura
Estuvimos charlando largo rato,
Le conté penas y tristezas,
Que desde hace tiempo
Mi cruz lleva cargando.
Brindamos juntos, levantando copas,
Recordamos las veces que se ha aparecido,
Reprochándome a mi, y yo maldiciéndola,
Con el coraje en la mano, a gritos de rabia,
Lagrimas de coraje, de ironía, ruedan en mi rostro,
Expresando vacío, frustración, enojo, tristeza.
Maldita habitación sin vida
Y esta soledad que tanto pesa,
Maldito el sujeto del espejo
Que con un tiro certero de mi copa,
Descubre su verdadera cara,
Destruida, partida en pedasos.
El silencio baila venenosamente por mi cabeza,
Al ritmo impuesto por el viento escabullido por la ventana,
Mientras la obscuridad de la noche me envuelve,
La amargura en mi habitación.
Autor. Hernández G.