Tomó el revolver y de el disparo
un pájaro cuyo color ni alcance a distinguir,
cerro las alas y como flecha entro a mi pecho
estando adentro las volvió a abrir
y escrito en las plumas tenia un mensaje,
se leyó el mensaje.. y se me rompió el corazón.
Es por eso que les he llamado aquí,
Leviatanes, demonios de mi mente
y de mi carne que late,
para revelarnos de aquel su nombre
que de nuestro dolor es estandarte,
de ese su nombre que en nuestro corazón
nos mal late, que ya ha liberado mas suspiros
pedazos del alma nuestra
y que nada corresponde y que nada nos devuelve,
les he llamado para quemar a aquel nombre suyo
y para tirar sus cenizas a las carretas
del viento y del olvido
y para sellar con sangre aquella entrada
en donde entra volando el arquero alado
que arrogante tira las puertas
y nos hace amantes del aire,
les he llamado demonios de mi mente y mi corazón
para clausurar sin penas ni gloria
al amor, cerrar la puerta y pedir perdón!
esperando con suerte, cupido no sepa
abrir sin llaves este nuestro nuevo error.