¡ Acógeme - Iquique -
ciudad besada por el mar
y resguardada por el desierto.
Acógene como un hijo mas tuyo,
dame la sonrisa blanca del salitre,
en el rostro moreno de tus hijos.
Desde todos los puntos cardinales,
la rosa de los vientos te trae hijos
y tu los acoges con amor.
Acógeme a mi también,
traigo mi lira de poeta,
traigo el perfume de las flores
de otras tierras.
Déjame entregarte,
este collar de poemas,
déjame liberar los eslabones
de mis versos.
Déjame arrastrar mi poesía
por tus calles, por el mar y el desierto.
Déjame buscar en el estallar
rojo de tus flores,
la sangre de los mártiles de tu libertad.
Déjame buscar en tu historia,
el sudor y la sangre caída,
de los hombres del salitre.
Déjame ir con Alfonsina
a buscar caracolas en tu mar,
déjame declamarte mis poemas,
déjame buscar en tu historia,
déjame leer en tus escritores,
las penas y alegría de Iquique,
déjame beber los versos de tus poetas.
Déjame ser poeta libre
entre el mar-espuma
y el desierto-arena.
¡ Acógeme, Iquique !