era yo entonces algo
sin sustancia casi
un croquis
en vías de progreso
pero
con cierta inclinación
por lo abstracto
a cualquiera juraría
haber visto los pacientes caballos
frente al palenque de madera
sus dueños gauchos bebiendo
sobre mesas de la colonia
y un aire como de duelo a puro
poncho y cuchillo
en el ramos generales de don Facundo
aún luego
de que alguien me alertara
sobre la verdad de todo aquello
ocurrido medio siglo antes
de serme dado a luz
en la casa vieja