Ya tus pasos no se acercan a mi lado,
ya tu cuerpo no me eriza la piel.
El tiempo no mata la distancia,
ya no nos espera hasta el reencuentro,
ya no hay futuro en tu mirada..
Regresé al camino sin tu mano
y salí a la vida con tu ausencia,
perdí el rumbo al marcar la primer huella
siendo el viento en contra quien me arrasa a tu recuerdo
impidiéndome avanzar.
Ya la brisa no resguarda tu aroma,
no trae consigo la calidez de tu voz.
Y me acostumbré así al sonido del silencio
que perturba a mi alma inquieta con el resonar de tu adiós.
Salté al abismo en busca de amor,
tu amor, mi vida
y me topé con la firmeza de tu partida sin vuelta.
Mas aún no te despido,
sé que en sueños, como siempre, te tendré.