Sonríe, asoma tu cara
que no quiero verte,
triste y vacilante
aunque estés extraña.
Ese amor lejano,
distante, apartado
que ronda la magia
color del encanto.
Adornando edenes
en noches radiantes
te encuentras lejana,
brillando a desgana,
Por unos instantes,
se asoma el encanto,
vuelves a mostrarte
como si supieras
la falta que haces,
presencia quimera
tímida y callada,
con desesperanza.
Ausencia marcada,
lejanía extraña,
como desterrada
por signos malvados.
Besas comisuras
de labios cansados,
dejando ternuras
de amor encantado.
triste amor lejano
alas te han faltado,
cual ave que viaja
hacia ningún lado.
Ramón Oviedo
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