Sumergido entre gruesos libros, te recuerdo.
Dejo la lectura, me adentro en tu misterio.
Evoco tus besos, que me hacen sentir ebrio,
tus labios carnosos que dulcemente muerdo.
Entrecerrando mis ojos, tu voz escucho,
tan dulce, muy sonora, sutilmente cándida.
Rememoro tus caricias, me dan la vida.
Sí, lo daría todo. Por nuestro amor lucho.
Me reclama de nuevo la cordial lectura.
Me resisto, quiero solo tu gran ventura.
me apela insistente, el trabajo con cordura.
Solo cinco minutos, me digo a mi mismo.
Es irresistible, amor, ese tu lirismo.
Me vuelves loco, provocas en mi un gran sismo.
(todos los derechos reservados)