kavanarudén

Hay momentos....

 

 

 

Hay momentos en los que el horizonte que ves es gris y solo gris, en que quisieras solamente estar en silencio. Sentarte bajo la ducha y dejar caer el agua por todo tu cuerpo sin querer pensar, sentir, estar… Solo sentir el agua correr, como corren tus recuerdos en el río revuelto de tu ser.

 

Hay momentos en los que si te dieran la oportunidad de irte lejos, comprar un boleto solo de ida en el tren del olvido y no volver jamás, no lo pensarías dos veces y lo harías. Ir sin regresar a un mundo desconocido, al lugar sin nombre que no existe ni existirá jamás.

 

Hay momentos en los que la alegría de los demás se convierte en un puñal de doble filo que te atraviesa el alma y desgarra tu interior. En esos momentos dibujar una sonrisa en tu rostro es una empresa heroica, como lo es ahogar una lágrima con una carcajada.

 

Hay momentos en la vida que sientes que estás en un túnel, en medio de él. La luz, la salida la ves lejana, quieres avanzar, salir, pero, a pesar de todos los esfuerzos, no avanzas, no das un paso. Sintiendo todo el peso de la impotencia sobre tus cansados hombros.

 

Hay momentos en los que el mínimo esfuerzo se convierte en una gran empresa, en una montaña elevada que tienes que llegar a la cima llevando una tonelada en cada tobillo.

 

Hay momentos en la vida en que la esperanza de esfuma, el optimismo escapa, en entusiasmo huye y sientes el abrazo espinoso de la soledad amarga. La soledad que no es creativa, sino destructiva, que quema tus entrañas como la soda cáustica el plástico endeble.

 

Hay días en que el canto pierde su sonido. Las horas se convierten en gotas gigantes que casi te aplastan. Sientes cada latido de tu corazón como si quisiera salirse de tu pecho. En tus entrañas un vacío espeluznante, un frío aterrador, una sensación extraña como si algo fuera a suceder y no lo puedes impedir.

 

Con todo este mundo interior haces daño a la persona amada, con un gesto, con una palabra, con una mirada, empeorando aún más tu situación existencial  y espontánea surge la voz interior que te dice: “mejor que vivas solo. Estás haciendo mal a una persona que no se lo merece ya que te da todo su amor. No estás hecho para el amor, para vivir una relación” esta voz no viene sola, viene acompañada de recuerdos del pasado, de antiguas relaciones….y comienzas a sentirte, mi mas ni menos, como un monstruo y comienzas a pensar que esa voz tiene razón.


Hay momentos y momentos mis queridos amigos… en que te preguntas que sentido tiene tu vida y la única respuesta es el silencio….silencio….silencio.