Otoño, de colores
ocres, que revistes
las calles.
Sus veredas se tiñen
y le dan ese breve
anuncio
que darás lugar
al invierno y que
dejes al desnudo
tantos árboles.
Mientras tanto
recorro despreocupado
entonando, silbando,
alguna canción.
Con una mochila
de estudiante,
poniendo ilusión
al beso, que me
dio mi chica,
en la estación.
Cuando vi que
cerca mío
las flores amarillas,
nos acurrucaban
en una gran emoción.
De ternura y falta
de aire porque
tus besos
aprisionaban
a mis suspiros
que se juntaban
en tus labios
pasión.