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singular me miras
y sonries, alternando tu mirar de
mis labios a mis ojos y en la alternancia los
cierras como queriendo guardar en tu recuerdo todo
lo observado en el vaiven. Mis manos rodeando tu cintura
hacen filigranas de oro y plata y se entrelazan formando tejido
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un punto del derecho y otro del revés para hacer el elastico que
se adhiera a tu piel y se ciña a tu figura. Tus manos buscan las
mias sabedoras de mis formas de tejer y la textura de la urdim-
bre. Me sujetan esas manos tricotadoras de cinco puntas que
entrelazan sus hebras y las mias, en una sucesión de fibras
olor a deseo y excitación. Sigues mirandome variando tu
mirar, de mis labios a mis ojos y al revés. cerrandolos en
alternancia buscando el momento hasta que me besas
¡ AY ! amor mio en este punto donde ya no hay
retorno, donde ya no existe nada, nada
mas importante que tus besos
Almuñecar y su gente