jesusmoreno

Musa

El canto del grillo es sepulcral, siento miedo de la oscuridad. Atento miro el reloj, maldito tic tac, retumba en mi cabeza; me hara estallar. Susurros del pasado, nostalgia del presente, anhelos del futuro, Soy un mártir de la televisión, envidio a esos que parecen felices. Hipócritas, malditos, suertudos… soy mártir del internet, mi ordenador es un verdugo. Calma, vuelve, vete. Libido desordenada que hace reventar mi pantalón, Si estuvieras aquí ser frenético, me mataría es seguro, pero antes podría vivir ¿no? Es lo necesario: vivir, luego morir. Eso no es tan complicado de entender, más fácil aun es entender la relatividad de Einstein. Diez de la noche: el automóvil llega, suena la bocina. Sinceridad: “Enseguida bajo, me termino de masturbar”. Realidad: “en un momento bajo, me termino de arreglar”. Se ilumina mi rostro, éxtasis, mi corazón es traspasado por una flecha encendida. ¿De donde vienes ser irreal? No soy Fausto, soy otro mortal, abajo me espera un ser real, un momento, ¿eres incubo o súcubo? Podríamos arreglar. Me vuelvo loco, tratando de pensar, como arreglar el desperfecto milenario. Me siento por un segundo, tomas moro, platón y otros dementes más. Me visita un ser irreal, que no es ni incubo ni súcubo, una fatalidad. ¿Dominara mi erección esta iluminación celestial? no, no lo lograra.  Soy un Tartini de las letras, mi violin es este papel y lapiz; habla ser irreal, habla no te quedes callado, habla yo soy tu mas leal escribano, ilumíname, dame luz a mí, y al resto de la humanidad.