Aquí estoy, otro día más sin ti, abandonado, por tu deseo;
carente de aquel amor que de ti parecía eterno;
alejado de mis afectos mas preciados, mi familia;
tratando de evadir caer en la tentación de llamarte,
para no escuchar otro rechazo que rompe mi corazón.
La casa vacía donde juntos vivíamos, no es mas que un triste lugar…
adonde sin que alguien me vea llorar,
agotar mi tormento hasta no sea la hora de volver a despertar.
Nada pasa, mis alegrías se alejan,
y la soledad de este cuarto donde antes juntos solíamos al menos soñar…
se torna en un lugar de tortura,
donde las peores pesadillas las vivo despierto,
rasgando a corazón abierto, con un bisturí que esculpe con riza siniestra tu desamor.
Abandonado estoy, preso de una carne que hace de mi sufrimiento algo palpable,
pero igualmente te quieres creer que finjo mi dolor,
para a tu conveniencia, no sentir lo mismo que siento yo.
…y te hiciste muy dura, asegurando dar vuelta tu espalda a mis lágrimas.
…y aunque a gritos te llame y una tumba me espere;
harás de tus lágrimas, agua para fraguar tu corazón de cemento,
mientras mi alma lentamente se muere…
sin que tú escuches su lamento.
A.Cuenca