De metáforas dobladas estoy cansado,
de amores que no pasan por la fragua,
y del fuego que enrojece sus mejillas
sin que llegue a calentar su alma rala.
Si el hornillo no calienta sus entrañas,
si el amor no le anima y entusiasma
sus motivos extrañados no son nada,
y las historias no cuentan sus fábulas.
Si es que solo le atraen esos sueños
sin que lleguen a tocar sus realidades,
regresando por las vías de los ensueños
para poder pisar la tierra que dejaste,
en la historia de medusa y sus espejos
con sus víboras danzantes del teatro.
Ramón Oviedo
Derechos Reservados